Cada 16 de julio se celebra la fiesta de una de las advocaciones marianas más conocidas y a la vez la más arraigada en España, la Virgen del Carmen que, en procesión, paseó por las calles del municipio gaditano de Puerto Real visitando así el Colegio Juan Pablo II y Santo Ángel.
El Carmelo es el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
La calle Santo Domingo del Colegio Juan Pablo II y Santo Ángel, de Puerto Real, fue un punto clave para el itinerario de la procesión de la Virgen. La calle envuelta en incienso, música y de un centenar de personas, dio la bienvenida al cortejo que llevaba a la Virgen y con el artista Andrés el Lince quien le dedicó y cantó la Salve Marinera desde el balcón del colegio, donde también algunos alumnos la recibieron con una petalada.
Pedro Luís Llera, director del colegio de Puerto Real, tuvo el privilegio de hacerse con el martillo para dar una “levantá”, además de entregarle un ramo de flores a la Virgen. Con este acto, Pedro Luís quiso agradecer este día con unas palabras; “el paso de la Virgen del Carmen por nuestro Colegio ha sido uno de los momentos más especiales y más emocionantes de este curso y de mi vida. No sé cómo dar las gracias a Dios por tanto…Y tampoco sé cómo darlas a los profesores y a tantas familias que han venido al Colegio con nuestros niños a recibir a nuestra Madre”. Antes de seguir su recorrido, el padre José Carlos Mellado, párroco de la Iglesia Prioral de San Sebastián de Puerto Real, inició el rezo de la Salve acompañado de numerosos feligreses.